¿Sabías que tu teléfono móvil puede albergar bacterias que ocasionan enfermedades respiratorias, hongos e infecciones? Tal como sucede con las superficies que tocamos, los teléfonos celulares son reservorios de bacterias que entran en contacto con las manos y la boca, orejas, nariz y la piel de la cara, que contienen microorganismos con potencial patógeno. Este dato cobra especial importancia en la actualidad, cuando la lucha por la prevención y el freno del nuevo coronavirus COVID-19 es una prioridad.
En un estudio realizado por la asociación de Microbiología y Salud (AMYS) de España, se encontró que en la pantalla de los celulares se albergan straphylococcus, staphylococcus aureus, micrococcus, streptococcus, bacillus, corynebacterium, hongos de los géneros cándida y aspergillus. La situación se agrava cuando las personas llevan sus teléfonos al baño y duermen con ellos, pues las bacterias más patógenas se adhieren a sus superficies.
Teniendo en cuenta lo anterior, además de lavarse frecuentemente las manos, es necesario limpiar regularmente los dispositivos móviles para evitar la contaminación por microorganismos en sus superficies, para lo que se recomienda desinfectar el teléfono al menos una vez a la semana .
La limpieza en primer lugar comienza con apagar el teléfono, retirarle los cables y la funda, limpiándolo con un paño de microfibra humedecido con agua y alcohol; la solución debe prepararse con tres partes de alcohol etílico al 96% y una parte de agua.
La pantalla es el principal foco de infección, al ser la que está en mayor contacto con las manos, pero la funda también es un accesorio que se debe limpiar y desinfectar con la solución anterior. Es importante evitar el uso de soluciones limpiacristales o de cloro, que son sustancias abrasivas que pueden dañar el dispositivo.
Para la parte trasera y el canto del teléfono se puede usar una solución de alcohol isopropílico, que es la utilizada para limpiar la pantalla del ordenador, televisores, DVD y otros dispositivos electrónicos. Es indispensable evitar que se humedezcan las partes abiertas del teléfono, donde se conectan los auriculares y el cargador.
La principal arma para mantener limpio el teléfono es la prevención, debemos ser conscientes de que los celulares los usamos para hablar y, por ello, depositamos en sus superficies los microorganismos que tenemos en la boca, y que además los tenemos con nosotros al ver la televisión, comer, hacer ejercicio e, incluso, al ir al baño y dormir, por lo que se convierten en un foco de infección si llegamos a contraer alguna enfermedad respiratoria.