Escrito por: Mariel Hernández Maldonado
Apple se caracteriza por ser una marca que siempre está en boga; ya sea porque sacó un nuevo dispositivo, porque se dobló en el bolsillo de un usuario o porque un fanboy lleva un año viviendo fuera de la Apple Store en Nueva York siempre hay algo qué escuchar de la renombrada marca. Hay quienes comparan a Apple con las hermanas Kardashian, pues a últimas fechas muchos usuarios se quejan de que más allá de estar a la moda por sus logros, lo ha estado por su falta de innovación y errores.
Una de las más recientes noticias que hemos podido escuchar de la empresa de la manzana es la demanda colectiva en la que se ha visto inmiscuida por la nueva actualización de iOS 9 que solo es totalmente efectiva en los nuevos dispositivos dejando a los -no tan viejos- iPhone 4 y 4s casi inutilizables pues la lentitud con la que funcionan es tal que muchos han preferido cambiar de dispositivo.
El problema no es que los usuarios deban cambiar de dispositivo, ya que viéndolo de manera racional, es algo que no incumbe a la empresa sin embargo hay historia detrás de esta demanda. Quienes no cuentan con uno de estos teléfonos no están familiarizados con la gran cantidad de espacio disponible con la que vienen de fábrica, pero mientras el usuario va necesitando funciones básicas que otros teléfonos con menor memoria disponible ya tienen incluidas, se dan cuenta de lo necesario que es comprar una tras otra aplicación.
Evidentemente la compra de aplicaciones es una ganancia para Apple, pues muchas solamente están disponibles en sistema de pago para el software previamente mencionado, por lo que el usuario que ya invirtió en su paquete de aplicaciones, repentinamente no las puede utilizar ya que las nuevas actualizaciones -sin las que el teléfono no funciona- solo son 100% efectivas para los dispositivos más modernos; de cambiar de marca y sistema operativo, el usuario pierde la inversión de cientos de pesos que ha hecho en aplicaciones y juegos.
Este es realmente el problema por el que demandan hoy en día al gigante estadounidense; se plantea que los usuarios con modelos más antiguos puedan volver a los sistemas operativos anteriores que permitían que sus teléfonos se manejaran con fluidez.
Con la demanda se busca obtener 5 millones de dólares para el demandante que encabeza el movimiento, Jaim Lerman y los usuarios que se han adherido al movimiento, siendo hasta el momento 100 personas.