Hoy en día, el valor de la seguridad ofrecido por el sector financiero, está siendo reconceptualizado, pues diferentes medidas se están tomando en cuenta para reconsiderar su gestión, debido a dos principales objetivos. El primero, la satisfacción de los clientes; y el segundo, el cumplimiento del artículo 492. En México, desde el 4 de abril de 2015, la ‘Ley de las instituciones y sociedades mutualistas de seguros’- el artículo 492, obliga al sector financiero, a la banca, a los grupos de aseguradoras y a las afianzadoras; a que cuenten con más y mejores procedimientos preventivos para la detección del lavado de dinero.
El tráfico ilegal de dinero ha representado para el país, diversas pérdidas económicas, aunado a la desconfianza que se ha generado, por parte de los inversionistas extranjeros. Es por eso que el gobierno mexicano emitió el año pasado, nuevas políticas para asegurar todo tipo de inversiones bursátiles. Si bien las empresas y grupos financieros han tenido que adoptar nuevos procesos de verificación, éstos han tenido un grado de eficiencia cada vez mayor, debido a la tecnología implementada; las soluciones que más se han promovido, debido a los beneficios que conllevan, son los scanners, dispositivos electrónicos, tecnológicamente muy avanzados; que parten de la mecánica de los scanners comunes, los cuales a base de luz, convierten imágenes en formato digital, para posteriormente llevar a cabo el análisis que delataría la procedencia de lo que se está escaneando.
La seguridad que ofrece el cumplimiento del artículo 492, permite que las transacciones legales se lleven a cabo de una manera más segura, rápida, confiable y efectiva. Evitando que toda compañía o institución, usuaria de estos scanners, sean penalizados o multados.
Aunado al uso de scanners, existen otro tipo de soluciones digitales que están siendo lanzadas por las compañías especialistas en el ramo, las cuales permiten identificar y clasificar toda la información de sus clientes, a partir del establecimiento de los parámetros adecuados y el monitoreo de todas las operaciones.
Cualquiera de estas dos opciones que se emplee para combatir el lavado de dinero, se podrá conseguir la detección de inusualidades, alertando de manera automática a los gestores de las aplicaciones y a la misma autoridad.
Con las nuevas medidas, entradas en vigor desde el año pasado, se puede decir, que a través de la aplicación de la tecnología responsable, se está fortaleciendo una cultura colaborativa entre desarrolladores, empresas, sector financiero y autoridades, pues el fin que los ha unido, es brindar mayor seguridad financiera a todo el país.