Escrito por: Mariel Hernández Maldonado
Si bien esto no se refiere al sentido literal de la película en donde los personajes viven conectados a una computadora, estudiosos de la Universidad de Michigan en su obsesivo interés por conocer absolutamente todos los procesos que se llevan a cabo en el cerebro humano, han creado una herramienta que permite que señales eléctricas, luminosas e incluso fármacos sean insertados directamente en el cerebro a través de una computadora que grabará todo lo que sucede con las neuronas.
De los mismos creadores de la máquina capaz de eliminar ciertos recuerdos de la memoria de un ratón a través de descargas eléctricas, hoy recibimos la impactante entrega del dispositivo de fibras de diferentes tipos de polímeros con el grueso de un cabello humano que puede ser implantado directamente en el cerebro y que tendrá la capacidad de comunicarse con las neuronas que lo rodeen gracias a un gel que “habla el lenguaje de las neuronas” a decir de los científicos que dieron luz a este increíble invento.
Todo comienza con un material que mide unos cuantos centímetros de largo que son calentados y expuestos a cantidades controladas de fuerza para estirarlos hasta llegar a medir el ancho de 7 micrones o 0.007 milímetros de diámetro con una flexibilidad ta extrema que evita que las neuronas vecinas sufran daños a causa del material extraño, sin embargo, gracias a la experimentación con animales se ha llegado a comprobar que este material apenas dura unas semanas en buen estado antes de empezar a tener consecuencias en su entorno.
Con este cable se puede guiar luz dentro del cerebro para estimular las neuronas directamente así como impulsos eléctricos y por medio de canales huecos inyectar drogas. Gracias las propiedades del material se pueden llevar a cabo varias acciones a la vez como inyectar la droga mientras se graba la reacción directa de las neuronas ante el fármaco, así como estimular a las células cerebrales por medio de luz mientras se deja un registro de cuáles son las consecuencias; esto abre paso a una nueva era de experimentación cerebral, pues si bien como los mismos científicos afirman el material aún es muy lábil, se cree que en aproximadamente 10 años estará al alcance comercial de quien así lo requiera.
Se tienen muchos planes para este nuevo invento, uno de los más presentes es el tratamiento de la enfermedad de Parkinson, pues con este micrométrico tubo se tendrá acceso a lugares del cerebro que hoy en día no se tienen ni siquiera por medio de las intervenciones neurológicas, sin embargo siempre queda la pregunta vigente de hasta dónde planean llegar los científicos investigadores del cerebro y sus funciones y qué harán cuando tengan en sus manos el control total del cerebro humano (si es que algún día lo logran).