La gestión de la reputación online es un aspecto fundamental para toda marca o personaje público; si bien es necesaria en todo momento, suele ser buscada cuando se presenta una crisis de reputación para tratar de limpiar el nombre de la empresa, su imagen y la opinión pública.
En un post anterior nos concentramos en las herramientas para analizar la dimensión del problema, monitoreando las menciones negativas y emprendiendo acciones para que dejen de aparecer los resultados negativos en las primeras hojas de Google; sin embargo, dejamos fuera una muy importante: los anuncios Google AdWords, que pueden mostrar en los primeros resultados de búsqueda la información que queremos que vean nuestros clientes.
Para limpiar nuestra imagen en la web podemos realizar algunas acciones relativamente simples como:
- Darle seguimiento frecuente a todas las nuevas menciones relacionadas con nuestro negocio o marca.
- Identificar las menciones negativas, que puedan afectar a nuestro negocio.
- Crear una estrategia para mejorar la imagen del negocio.
En caso de recibir menciones desagradables de nuestra marca, se recomienda la creación de nuevo contenido de calidad, así como de la creación de una estrategia de link building que nos ayude a limpiar los errores y nos brinde menciones y enlaces positivos. Lo más importante es detectar aquellos casos donde la información negativa es correcta y solucionar el problema, ya sea contactando directamente al usuario que se queja y brindando una disculpa o regalando un descuento, etc.
Sin embargo, si la información es falsa o injustificada, puede ser una buena idea ponerse en contacto con el web máster para brindar los datos correctos, solicitar la corrección de críticas injustificadas o para que retiren links que puedan estar dañando a nuestra página web.
Otra forma de conocer la reputación de nuestra marca es utilizar Twitter, que se ha convertido en uno de los entornos sociales más influyente porque las opiniones fluyen con mayor rapidez que a través de la difusión en blogs, noticias, foros y otras fuentes. Para esto, debemos saber cuántos tweets hay cada día sobre tu marca y observar las fluctuaciones, para lo que podemos monitorear los hashtags, que nos ayudan a conocer el tono en el que se habla de una marca con un simple vistazo, así como los usuarios y tweets más influyentes, es decir los que llevan la batuta de la conversación sobre tu marca; la clave es contactar con ellos y crear alianzas para mejorar la imagen de la marca.
Y tú: ¿Sabes lo que se dice de tu marca en Internet?